El llamado de alerta llegó desde una vivienda ubicada en calle Violeta del Carmen Aguilar al 500, del barrio Linda Vista, donde una mujer manifestó que un conocido se encontraba en estado de alteración y había amenazado con atentar contra su vida. Al arribar, los policías encontraron al sujeto en actitud agresiva.

Durante el operativo, el hombre arrojó elementos contundentes desde el interior de la vivienda, tomó un arma blanca y luego se roció con combustible mientras amenazaba con prendérselo. Ante este grave escenario, se activó el protocolo de emergencia: intervino el hospital, el cuerpo de bomberos y la patrulla policial para contener la situación. 

Los efectivos verificaron que en el patio de la vivienda se encontraba un móvil oficial del hospital (Renault Kangoo) que había sido sustraído momentos antes por el sujeto desde el exterior del nosocomio, donde estaba internado.

Finalmente, tras una negociación, el hombre fue contenido sin que se registraran heridos. Fue internado nuevamente en el SAMIC bajo custodia policial para su tratamiento y recuperación. 

El caso reaviva el debate sobre el tratamiento, control y seguridad de pacientes internados en salud mental, además de la logística de custodia en instituciones hospitalarias, y plantea interrogantes sobre qué pasó para que el móvil fuera sustraído desde el centro.